viernes, 9 de junio de 2017

Pregunta 4 PAU

4. Relación del tema o del autor del texto elegido con una posición filosófica de la época contemporánea. (2 puntos)

Voy a relacionar la filosofía de Platón con la posición filosófica de Ortega y Gasset (1883-1955).
José Ortega y Gasset nace en Madrid en 1883 en el seno de una familia burguesa y de tradición cultural ligada al periodismo (propietarios de uno de los periódicos más prestigiosos del Madrid de entonces, El imparcial). Recibió una cuidadosa educación en el Colegio de los Jesuitas de El Palo de Málaga y en la Universidad Central de Madrid. Más tarde, estudió dos años en las universidades alemanas más prestigiosas de entonces (Leipzig, Berlín y Marburgo), donde establece contacto con las corrientes filosóficas más influyentes (neokantismo). Cuando vuelve a España está convencido de que sólo la apertura a Europa podrá sacar a España de su tradicional aislamiento y retraso, y dedicará todos sus esfuerzos para conseguir una regeneración española y una renovación de nuestros modos de pensar y sentir. Ese esfuerzo lo realiza, desde su colaboración con la Institución Libre de Enseñanza de Francisco Giner de los Ríos, desde su Cátedra de Metafísica de la Universidad Central, desde el periódico El Sol y la Revista de Occidente que él mismo había fundado y desde su participación política (fue diputado y defendió la instauración de la República). Al estallar la Guerra Civil, se exilia y no regresará a España hasta 1945. No se reintegra a su Cátedra de Metafísica, ni participa ya activamente en la vida cultura oficial, viajando frecuentemente al extranjero. Muere en Madrid en 1955.
Ortega fue un filósofo muy prolífico. Escribió mucho y, además, con bastante claridad y con un estilo muy apreciable, lo que ha contribuido a convertirlo en el filósofo español más renombrado y famoso.
En su etapa inicial, Ortega fue objetivista y pensaba, como el Padre Fray Benito Jerónimo Feijoo que “en España hace falta más física y menos metafísica”, pero esta etapa no es tan representativa de su pensamiento como el perspectivismo, el raciovitalismo y el historicismo a los que nos vamos a referir en la comparación con el pensamiento de Platón.
Vamos a relacionar a estos dos autores respecto a su pensamiento en torno a preguntas como ¿qué es la realidad?, ¿cómo podemos conocerla?, ¿qué es el ser humano? y ¿cuál es la forma de gobierno más justa?
A) Metafísica: ¿qué es la realidad?
Platón, al igual que Descartes, Leibniz o Hegel, es un filósofo de la tradición filosófica de la identidad, que nos ha hecho pensar que las cosas que existen en un sentido pleno han de permanecer siempre idénticas a sí mismas porque la esencia es inmutable. Platón cree que existen verdades eternas, inmutables y absolutamente válidas porque la realidad está fuera de nosotros, es objetiva y aprenderlas significa algo así como introducirlas dentro de nosotros, captarlas mediante la razón, pero sin que cambien. El sujeto debe comportarse en ese momento como un cristal absolutamente plano y absolutamente transparente. En Platón, el sujeto debe elevarse por encima de lo aparente de la realidad sensible para acceder a lo objetivo y real que está en el Mundo de las Ideas.
 Pero claro, para Ortega, este tipo de planteamiento choca con nuestra experiencia que nos dice que cada ser humano tiene sus propias peculiaridades que necesariamente, nos impedirán ser ese cristal  plano y perfectamente transparente. Por lo tanto, la realidad es una cuestión de perspectiva. El conocimiento depende de la  percepción que cada uno tiene de la realidad, que es fruto de una síntesis entre la realidad y el punto de vista que tiene el sujeto que conoce esa realidad.
En La doctrina del punto de vista, Ortega se hace las siguientes preguntas: ¿tendría sentido que dos hombres que miran el mismo paisaje pensaran que uno de los dos es el que ve el verdadero paisaje mientras que el otro ve uno falso? ¿Tendría sentido que llegaran a la conclusión de que los dos paisajes son ilusorios y que existe un tercer paisaje que es el auténtico? La conclusión a la que llega Ortega es que no, puesto que la “realidad cósmica es de tal forma que solo puede ser vista desde una determinada perspectiva”, lo cual significa que la realidad no se organiza hasta que el sujeto no la mira desde su propia perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad, porque una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo.
Sin embargo, este concepto de realidad que a Ortega le parece absurdo es precisamente para Platón el más real de todos: en el Mundo de las Ideas, todo lo que existe es siempre imperecedero e invariable, y las perspectivas subjetivas resultan irrelevantes y un estorbo en el camino hacia la verdad. El perspectivismo de Ortega le hubiera parecido a Platón un relativismo parecido al de los sofistas, pero no es así, porque nosotros, en cuanto individuos condicionados por el mundo, pertenecemos también a la realidad (“yo soy yo y mis circunstancias”). Los sujetos nos encontramos condicionados por la situación en la que nos encontramos, pero estas condiciones no deforman la realidad, sino que funcionan como una red que nos permite atrapar nuestra propia visión de la realidad, que es legítima en todos los casos.
Ortega considera que Platón y otros racionalistas se equivocaban cuando pretendían que el sistema filosófico explicara la realidad de manera única y absolutamente válida para todos los tiempos y para todos los hombres, al margen de la dimensión vital y perspectiva histórica como pretendían los racionalistas. Es por eso que Ortega propondrá sustituir esa razón pura por una razón vital para alcanzar la conquista de la verdad.
B) Epistemología: ¿Cómo podemos conocer la realidad?
Platón sigue el método mayéutico de Sócrates en cuanto al descubrimiento de la verdad. Propone que el discurso argumentativo puede desvelar las contradicciones que llevarán al interlocutor a darse cuenta de su error. Sin embargo, en Ortega, las informaciones diferentes no ponen de manifiesto la existencia de contradicciones, sino que, esas informaciones diferentes son complementarias. Unidas las dos nos darían una visión mucho más rica y más completa de la realidad. El conocimiento más completo de la realidad sólo podría proceder de la utópica e irrealizable unión de las cuasi infinitas perspectivas que todos los individuos que hayan existido, los existentes y lo por existir hayan podido tener del universo.
Una diferencia importante entre las propuestas de Platón y Ortega es que en Platón queda clara la posibilidad (para quien practique la filosofía), de alcanzar un conocimiento absoluto, eterno e inmutable, mientras que Ortega, nos invita a asumir que los seres humanos conocemos de distintas maneras, sin que esto signifique renunciar a poder satisfacer las ansias de conocer la verdad.
Ortega nos hace conscientes de que siempre existe una parte de la realidad que se nos escapa (por ejemplo, nuestra vista no percibe cualquier onda luminosa, ni nuestro oído todas las ondas acústicas, etc.). Nuestros sentidos se interponen entre nosotros y la realidad, lo que explicaría que nuestro conocimiento no fuera ni total ni absoluto. Pero al mismo tiempo, lo que captamos a través de los sentidos es un componente de la realidad, por lo que no cabe el relativismo completo ni el escepticismo.
C) ¿Qué es el ser humano?
Platón es esencialista. Considera que todos los seres que se parecen tienen una esencia en común, que los marca definitivamente y para siempre. Es por eso que Platón puede definir la esencia del ser humano de todos los tiempos y determinar que su conducta debía dirigirse a realizarse conforme a su propia naturaleza o esencia.
Al contrario que Platón, el punto de vista de Ortega no es esencialista sino existencialista. Buena parte de lo que somos los seres humanos es cultura, y esto no es algo innato y prefijado, sino algo que se va haciendo con el transcurrir de la propia existencia. Ortega está muy influido por Sartre, que solía decir: "el hombre no tiene esencia, sino existencia", el hombre es un vivir que se realiza a sí mismo, irremediablemente, a través de su propia libertad.
Queda así roto el mito que afirmaba la esencia inmutable de los seres humanos y pone de relieve nuestra dimensión histórica. Decir que tenemos “dimensión histórica” equivale a decir que nuestra forma de ser depende del devenir del tiempo y que de acuerdo con eso configuran nuestra propia personalidad, haciéndonos únicos e irrepetibles (de nuevo "yo soy yo y mis circunstancias", desde donde puedo afirmar mi propia personalidad).
Frente al rechazo de Platón a admitir que las circunstancias particulares pueden alterar la esencia de las cosas, Ortega afirma que los hombres son, en esencia, historia, como puede observarse en su teoría de las generaciones.

D) ¿Cuál es la forma de gobierno más justa?
Tanto Platón como Ortega son filósofos preocupados por la política de su época. Ya hemos comentado que la propuesta de Platón es la de una sociedad fuertemente estratificada donde el gobierno recaiga sobre el filósofo.
Por su parte, Ortega propone también a su manera un liderazgo de la clase intelectual. La conciencia del desastre de 1898 (pérdida de las últimas colonias) y el fracaso de las iniciativas democráticas de la primera y segunda República, son huellas de la decadencia de una España atrasada científica y técnicamente y centrada en los ideales religiosos. En la “Revolución de las masas”, Ortega explica la urgencia de imponer a las masas el respeto por la ciencia y la disciplina intelectual, y asumir que la gloria de España está en el pasado y que ahora le toca seguir el liderazgo de Europa.
A pesar de que Ortega fue firme defensor de la democracia y la república, también fue muy crítico con el papel que las masas incultas jugaban en ella, reconociendo la necesidad del liderazgo intelectual que debían llevar a cabo los filósofos y científicos. En el fondo, su planteamiento se acerca al de Platón, quien quería también una sociedad organizada por personas con una formación especial (los filósofos).

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